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Las flotas de vehículos eléctricos son la opción más rentable para las empresas

El sector de vehículos eléctricos se analizará en la feria especializada en infraestructura de carga y electromovilidad que tendrá su primera cita del 20 al 22 de junio en Múnich (Alemania). El sector se dará su primera cita en Power2Drive Europe. Pero antes de la esperada cita, ya ha sido publicada un documento que pone de manifiesto la importancia de las flotas eléctricas en las empresas y los beneficios empresariales que supone incorporar vehículos eléctricos a empresas y administraciones. Estos son los argumentos.

Los vehículos eléctricos son una opción cada vez más atractiva no solo para las personas, sino cada vez más para las empresas y administraciones públicas. ¿Por qué aumentan estas flotas de vehículos eléctricos? Básicamente por dos razones: Cada vez los coches eléctricos tienen mayor autonomía y cada vez los costes de adquisición y mantenimiento son menores.

Las empresas y administraciones a medida que han de reemplazar su flota de vehículos comerciales o vehículos municipales ya se plantean la pregunta de ¿Adquirimos vehículos eléctricos o con motor de combustión? Esto es así debido a que las flotas comerciales suponen una inversión muy fuerte y el análisis sobre la decisión de compra debe contemplar numerosas variables. Para 2020, según el IFA, Instituto Alemán para la Industria Automotriz, se espera que los costes totales de propiedad de un vehículo eléctrico, esto es adquisición, consumo de energía eléctrica, mantenimiento y reparación sigan disminuyendo, hasta llegar a ser un 3,2% más económicos que los vehículos convencionales de combustión y esto sin contar las ayudas que las administraciones ofrecen a los consumidores.

¿Cuándo empieza a ser más rentable un vehículo eléctrico para las empresas?

La flota de vehículos eléctricos es rentable desde la adquisición. En la reciente publicación de Power2Drive, se pone de manifiesto que hoy el precio de compra apenas supone diferencia entre coche de combustión y uno eléctrico. Y en el caso de los vehículos industriales que se utilizan y amortizan en régimen de leasing, a las empresas cada vez les es más ventajoso optar por la variante eléctrica.

Por este motivo, el argumento del precio de compra ya no es un argumento válido para los coches de combustión.

En la mencionada publicación de Power2Drive se puede leer un análisis de la actual situación de Alemania. Dice la publicación que en este país hay aproximadamente un millón de industrias pequeñas o medianas, unos 100.000 arquitectos y decenas de miles de empresas de ingeniería. La mayoría de ellos opera dentro de un radio de 50 a 100 kilómetros, o incluso distancias más cortas en las ciudades. Las flotas de vehículos eléctricos son una alternativa atractiva aquí, especialmente porque las tecnologías de baterías mejoradas ahora les permiten cubrir distancias incluso mayores de entre 300 y 600 kilómetros. Incluso con un rango más corto, la movilidad eléctrica es adecuada para visitas de atención a personas mayores, servicios de rescate municipales y privados, operaciones de gestión de desechos y flotas de vehículos para compañías de servicios municipales. Las innovadoras soluciones de movilidad para administración y ciudadanos son la opción de futuro para los servicios municipales.

Y todo esto sin olvidar el transporte médico, un servicio que representa aproximadamente diez millones de viajes por año en Alemania. El cambio a vehículos eléctricos no solo ayudará a controlar los costes la generación y el uso de energía limpia y renovable también son una contribución importante al futuro de la energía.

Ahora bien, todos estos datos positivos y optimistas no serán suficientes sin una infraestructura adecuada. Las recargas de vehículos eléctricos de las flotas de las empresas deben poder estar disponibles en ubicaciones estratégicas para la empresa.

En esta publicación se contempla además algunas comparativas interesantes referentes a las flotas eléctricas y coches compartidos: la pareja ideal (según el estudio). Se dice en el escrito que existe una alternativa económica para las empresas frente a los coches que funcionan con motores de combustión, y esta es el uso de flotas eléctricas y los sistemas de coches de uso compartido (carsharing). Y esto es así porque tras comparar los modelos eléctricos y sus homólogos de combustión podemos concluir con los siguientes datos.

El Golf eléctrico ya puntúa mejor que su homólogo de combustión, tal y como demuestra una comparativa de costes del club automovilístico de Alemania ADAC: tomando como base una distancia recorrida de 10.000 kilómetros al año, el coche cuesta 63,2 céntimos por kilómetro. La versión de gasolina sale 0,3 céntimos más cara, y la diésel le cuesta al usuario 5,7 céntimos más por kilómetro».

Otro ejemplo: «Si comparamos los modelos de Tesla de las series X y S con los correspondientes modelos de combustión de BMW, Audi y Mercedes, también aquí la variante eléctrica sale más rentable: calculando 10.000 kilómetros al año, el Tesla S 75D cuesta 144,2 céntimos por kilómetro, 28,5 céntimos menos que el BMW 640i (172,7). El BMW 640d sale a 177,5 céntimos».

Y no solo los datos son buenos para los coches destinados a particulares, sucede lo mismo con vehículos industriales. Los costes también se inclinan a favor de las flotas eléctricas.»El Nissan e-NV200 Kombi Premium cuesta, calculando también 10.000 kilómetros al año, 61,6 céntimos por kilómetro. Sus homólogos de gasolina y diésel cuestan 62,5 y 64,4 céntimos, respectivamente, por lo que el kilómetro sale al menos 0,9 céntimos más caro”.

Además, según Power2Drive, gracias a los sistemas de carsharing, las empresas aumentan el rendimiento y no necesitan comprar tantos coches. Y ante los proyectos de prohibir el tráfico en algunas grandes ciudades, como Stuttgart, Múnich o Berlín, los sistemas de uso compartido son un paso más hacia un sistema de tráfico sostenible y adaptado al futuro.

También los taxis son una forma de carsharing: «si los alrededor de 55.000 taxis que hay en Alemania fueran eléctricos, serían un componente importante para la transformación del transporte. Su ventaja: podrán seguir accediendo al centro de las ciudades: algo incontestable para el sector del taxi y, por tanto, la base del negocio»

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