La Comunidad de Madrid invertirá 1.500.000 euros en ayudas para la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, tanto en lugares públicos como privados, en las modalidades de recarga convencional, semi rápida, rápida y ultra rápida.
De estas ayudas podrán beneficiarse particulares, empresas, comunidades de propietarios y entidades públicas o locales, ha anunciado hoy el vicepresidente regional Pedro Rollán, junto a la consejera de Economía, Engracia Hidalgo, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.
Estas ayudas cubrirán hasta un 60% de la inversión para entidades públicas, un 50% para particulares y comunidades de propietarios y un 40% para empresas, con un límite máximo de 50.000 euros por proyecto y 100.000 euros por beneficiario.
Además, la Comunidad también «subvencionará la preinstalación eléctrica para la recarga de los vehículos eléctricos que incluya una conducción principal por zonas comunitarias en el caso de aparcamientos o establecimientos colectivos», de modo que se posibilite la realización de derivaciones hasta los puntos de recarga ubicados en las plazas de aparcamiento.
Las solicitudes se tramitarán y resolverán por su orden de presentación hasta el agotamiento de los fondos, y el pago se realizará una vez justificada la realización de la inversión.
En el caso de las comunidades de propietarios, la solicitud de deberá ir acompañada, entre otra documentación, del acta en la que conste el acuerdo de la comunidad para realizar la instalación objeto de la ayuda solicitada, adoptado con el quórum legalmente requerido.
Los ayuntamientos deberán acompañar la solicitud del correspondiente certificado aprobando la solicitud de subvención y delegación en la persona que la solicita.
Por último, en el caso de las empresas, se requerirá una certificación actualizada del registro mercantil, escritura que acredite el poder del solicitante y la tarjeta de identificación fiscal de la entidad.
Estas ayudas, que se enmarcan en el Plan Energético de la Comunidad de Madrid Horizonte 2020, tratan de facilitar el despliegue de una infraestructura necesaria para los vehículos propulsados con energías alternativas a los combustibles fósiles convencionales, en este caso, en su variante de movilidad eléctrica pura ‘BEV’ o híbrida eléctrica enchufable ‘PHEV’.